TORRES del RÍO
Navarra
Como Santa María de Eunate, tiene vocación de linterna de difuntos y la estructura superior haría de "faro". Su planta octogonal no regular está rematada con una bóveda de nervios entrecruzados según las soluciones arquitectónicas hispanomusulmanas realizadas con anterioridad en la Córdoba califal. Soluciones que también tomó la iglesia de San Miguel de Almazán en Soria o la del Hospital de San Blas en Soule (Francia). El Santo Cristo de los Caballeros del Sepulcro que se venera en el ábside es del siglo XIII.
Se encuentra al borde del Camino de Santiago. Sobre el origen del templo existen dos hipótesis. Una afirma que el templo fue una iglesia de los Caballeros del Santo Sepulcro. La segunda hipótesis sostiene que la Iglesia se construyó bajo los auspicios del monasterio Irache, en torno a 1160-1170. Su advocación del Santo Sepulcro impuso un plan centralizado en recuerdo de la basílica de Jerusalén, aunque de forma octogonal en vez de circular, más propio de otras iglesias levantadas por el Temple. La iglesia funcionó como un faro con la luz encendida en la linterna que culmina el edificio. Para su mantenimiento se construyó el torreón con caracol adosado al recinto principal. Otras iglesias de parecida índole eran la capilla del Santo Espíritu de Roncesvalles y la iglesia de Eunate, sirviendo con sus linternas de faro en el camino nocturno de los peregrinos.
El conjunto, en su interior, supera en monumentalidad a la iglesia de Eunate y la experiencia espacial es casi única en el románico navarro. Sus proporciones exquisitas generan de inmediato una impresión de satisfacción al visitante, que pocas edificaciones consiguen. La portada de ingreso presenta medio punto con arquivolta baquetonada y arco exterior decorado, apoyando en columnas. En el siglo XVI, la portada se convirtió en un vano adintelado sobre el que monta un escudo con cruz patriarcal. Culmina el conjunto la linterna que, a escala más reducida, repite las proporciones y formas de la iglesia. El torreón cilíndrico, que por su escalera de caracol permite salir al tejado para el mantenimiento de la linterna, y el ábside semicilíndrico, crean en sentido longitudinal un eje al templo. Preside el templo un Cristo crucificado y muerto, todavía románico aunque avanza hacia el gótico en flexibilidad y cierto realismo. Puede fecharse a principios del siglo XIII. bóveda de Torres del Río bóvedas de la mezquita de Córdoba
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